En julio, el equipo local del City Lab Piura desarrolló una serie tres talleres participativos en el asentamiento humano llamado 18 de Mayo en Piura. Este es el sector donde la intervención del proyecto piloto de MGI tendrá lugar. El objetivo de los talleres fue incluir a los vecinos del sector en el proceso de planeación y diseño al crear un espacio en que puedan expresar su punto de vista y sus sugerencias.
El proyecto piloto en Piura
El proyecto piloto de la Morgenstadt Global Smart Cities Initiative (MGI) en Piura consiste en la recuperación de un microbasural , lo que en Piura se conoce como punto crítico, cercano al canal de drenaje en el barrio 18 de Mayo. MGI planea recuperar este espacio en desuso y altamente contaminado transformándolo en un nuevo parque para la ciudad. Así, se espera convertir este lugar en un espacio agradable y recreativo para los vecinos del sector que ellos consideren importante de cuidar y mantener. Además, esta nueva área verde reducirá el riesgo de inundaciones en la época de lluvia, creando un efecto esponja.
Promoviendo la participación ciudadana
Trabajar junto con los vecinos en el desarrollo de la intervención es un aspecto central del aporte de MGI, ya que son los integrantes de la comunidad local los que mejor conocen la problemática que se planea solucionar con el proyecto piloto. Por esa razón, se considera esencial promover la participación ciudadana para el desarrollo del proyecto. Los comentarios y sugerencias de los vecinos brindan un gran aporte que permitirá adaptar el diseño del espacio público a sus necesidades e ideas. En cada taller participaron 10 a 25 personas, entre ellos representes de la Junta Vecinal y Comunal (JUVECO) del sector. Las actividades fueron dictadas por el equipo local de MGI con voluntarios de la Universidad de Piura que es el socio local para la implementación del proyecto.
Las alumnas expresan sus ideas
El 21 de Julio de este año se llevó a cabo un taller con las estudiantes del colegio 15005. Este colegio está ubicado al frente del canal de drenaje donde se encuentra el punto crítico a reconvertir. Dentro de las actividades del taller, las niñas identificaron sus emociones frente a diferentes puntos de la zona. Así relacionaron por ejemplo su colegio y los parques que no están en malas condiciones con emociones de alegría, felicidad o cariño. Mientras, asociaron zonas acumuladas con basura o donde se sienten inseguras con tristeza, enojo, furia o miedo. Además, expresaron sus ideas para el parque a través de dibujos. Las participantes enfatizaron lo mucho que aprecian su escuela y el deseo de tener un espacio limpio, seguro y lúdico frente a esta.
Incluir a la población más joven es importante para el desarrollo del proyecto para tener una perspectiva diversa de los usuarios del espacio. “Si planificamos el espacio considerando a la población más joven, se asegura una continuidad al proyecto porque serán a futuro los ciudadanos encargados del bienestar de su comunidad.”, explica Daniela Zavala Salazar, miembro del equipo local del City Lab Piura. Conociendo las zonas de conflicto o de seguridad, el equipo de MGI podrá proponer estrategias de transformación que conviertan las emociones negativas asociadas con el área en emociones positivas.
Puntos de conflicto e uso de los vecinos
Este 26 de julio se realizó el segundo taller con la comunidad local para resolver sus inquietudes y generar un ambiente de confianza. Preguntas planteadas a los vecinos del asentamiento 18 de Mayo fueron por ejemplo cómo reconocían su barrio, cómo quisieran mejorarlo, así como dónde ven puntos de conflicto y usos. Al final, los participantes tuvieron la oportunidad de depositar en una caja tarjetas con sus deseos para el parque. Propusieron implementar mayor iluminación y seguridad, áreas verdes, espacios para caminar, entre otros.
Soluciones de planeación urbana sostenible
El último taller se desarrolló el pasado 31 de julio. Basado en los comentarios y sugerencias taller anterior, el equipo de MGI presentó una lista de elementos urbanos que pueden resolver las problemáticas identificadas. Estos elementos se entregaron en forma de pines de diferentes colores. Como actividad, los participantes ubicaron estos pines en la maqueta del área de intervención en los puntos dónde consideraban necesarias y adecuadas las soluciones. Si identificaron por ejemplo anteriormente una intersección como punto de inseguridad porque ahí ocurrían robos por la falta de iluminación, propusieron los vecinos en este taller la ubicación de una iluminaria en este punto.
Los tres días de taller han dado resultados valiosos para el equipo del proyecto y el desarrollo del proyecto, ya que se ha creado un vínculo que permite tener una conversación e intercambio de ideas fluido. El equipo local de MGI en Piura espera de mantener el trabajo conjunto para los próximos pasos, lo que permitirá el desarrollo adecuado de la intervención.