Dr. Xanin García Posada, Coordinadora de Planes, Proyectos y Programas del IMPLAN
Aunque la “brecha de género” en la ciencia se ha reducido en los últimos años, especialmente entre los jóvenes investigadores, los hombres siguen estando más presentes en la investigación internacional. En el MGI estamos orgullosos de trabajar con muchas mujeres expertas. Como empresa científica global, la combinación de diversas perspectivas y experiencias es vital para nosotros, por lo que pedimos a las mujeres que trabajan en el proyecto que compartieran sus pensamientos y experiencias.
P.: Háblanos de su trabajo. ¿A qué actividades te dedicas actualmente?
R.: En el Instituto Municipal de Planeación realizamos análisis y estudios para orientar la toma de decisiones de la política pública. La coordinación con los diferentes sectores de la Sociedad es fundamental para lograr el Desarrollo sostenible de la ciudad. Actualmente, el reto es la reactivación económica. Por ello, estamos realizando un estudio para encontrar las mejores estrategias que nos permitan recuperar la actividad económica. También otro ejercicio que estamos realizando es la generación de información para medir la contribución de Saltillo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible; y para garantizar la inclusión incorporar la perspectiva de género es fundamental.
Por más de 20 años he impartido clases, para mi es fundamental compartir la experiencia y formar nuevos profesionistas. Actualmente soy docente e imparto materias en dos universidades: Taller de políticas públicas, Economía y Género e Historia Económica de México. Mis cursos son espacios de reflexión donde más que memorizar contenidos, el objetivo es que se lleven herramientas de análisis. Estoy convencida que la investigación es la mejor manera de comprender nuestra realidad, y debe ser complementada con estrategias para mejorar nuestro entorno. Por eso, actualmente colaboro, a través de una organización llamada CECAPRO, con varias instituciones académicas y organismos de Sociedad civil en México, a través de la capacitación y la orientación para diseñar sus iniciativas alineadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y conectarlas con posibles fuentes de financiamiento.
R.: Las ciencias económicas estudian cómo la sociedad distribuye los recursos escasos para producir bienes y servicios que satisfacen sus necesidades. Es un campo amplio de estudio que comprende el análisis macroeconómico, análisis microeconómico, análisis de estados financieros, así como métodos de análisis y herramientas como la econometría, las estadísticas, los modelos de la economía computacional, la economía financiera, matemática financiera y la economía matemática. Al ser una ciencia utilizamos la observación, el análisis de datos, seguimos tendencias y elaboramos conclusiones.
Mi línea de investigación es la competitividad local. Los clusters, agrupamientos industriales donde los participantes compiten, pero también cooperan consideran a las empresas, el gobierno, la sociedad civil y el sector académico para mejorar la competitividad o bien, la prosperidad de las regiones. Estas sinergias promueven la innovación, por tanto, la productividad. Esto puede reflejarse en los empleos y mejores salarios.
A través de un análisis econométrico encontré evidencia que las cadenas de valor permiten hacer más eficientes a los agrupamientos industriales. Es decir, entre mayor sea la participación de proveedores locales en las grandes empresas, el desempeño de estas concentraciones industriales será mejor. Eso permite que esas regiones sean atractivas a la inversión y se generen círculos virtuosos, más concentración provoca más concentración de actividades económicas (economías de aglomeración). Esto provoca más empleos, que atraen a personal calificado, mayor especialización y un sinnúmero de beneficios que llevan a las regiones a la prosperidad.
La economía regional es mi pasión. Los procesos económicos suceden en el espacio. Tradiciones, vocaciones productivas locales responden a las ventajas que presentan los territorios. Incluir la variable espacio al análisis económico nos da otro enfoque. Por ello, para realizar el análisis de factibilidad de la oferta académica de universidades en Coahuila, apliqué técnicas de análisis regional para identificar los programas académicos que podrían generar habilidades y competencias a la población para incrementar su competitividad respondiendo a las vocaciones económicas locales y, también, explorando nuevas oportunidades.
Ahora en el IMPLAN la investigación aplicada es una labor de todos los días. Una interesante combinación: la rigurosidad del método científico y el ritmo que requiere la política pública para la toma de decisiones, un lugar donde la ciencia es ampliamente valorada. Nada está escrito. Las metodologías y herramientas se deben aplicar para encontrar aquella decisión que reduzca los costos e incremente los beneficios para la población. La participación de expertos y académicos siempre es bien recibida. Nuestro propósito contribuir al desarrollo sostenible de Saltillo.
P.: ¿Qué significa para ti trabajar como mujer en la ciencia
En las ciencias económicas somos pocas mujeres. Frecuentemente me pasaba al ir a eventos como ponente, pensaban que era la asistente de algún „investigador“. Es normal, los roles de género predominan. Empatar vida familiar y el ámbito profesional a veces es imposible. En la ciencia no es la excepción. El Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Conacyt, con más de 27 mil miembros, de los cuales, solo el 36 por ciento son mujeres. Si bien representa un incremento de la participación femenina en el campo del conocimiento, aún existen grandes desigualdades y estereotipos por campo de conocimiento.
Por ejemplo, los hombres predominan en áreas como Ingenierías, Ciencias Naturales, Agronomía, Veterinaria y TICs; mientras que las mujeres destacan solo en áreas como Artes, Humanidades, Ciencias Sociales y Educación. Acciones afirmativas que promuevan la participación de las mujeres en la ciencia desde temprana edad; estímulos que permitan que más mujeres se incorporen a la investigación y campos de conocimiento como las ingenierías, permitirá reducir estas brechas de género.